¿Cómo combatir la soledad no deseada en personas mayores?
¿Cómo afecta la soledad en las personas mayores?
La soledad en las personas mayores es un problema serio que afecta su salud y bienestar. A medida que el contacto con amigos y familiares cambian o se pierden, muchos mayores experimentan aislamiento, lo que puede llevar a consecuencias tanto físicas como emocionales.
La soledad no deseada es un sentimiento que padecen muchas personas mayores y que puede generar consecuencias negativas sobre su calidad de vida o su salud
Las personas mayores de 65 años que viven solas en son más de 2 millones, y suponen el 43% del total de personas que viven solas
La soledad no deseada en personas mayores es un problema significativo que afecta tanto a su bienestar emocional como físico. Según un estudio de la Fundación La Caixa, más del 68% de las 14,000 personas mayores encuestadas experimentan soledad en algún grado, y para el 14.8%, esta soledad es grave. La soledad no solo es la falta de contacto social, sino una experiencia subjetiva de carencia en la calidad o cantidad de relaciones sociales.
Cómo afrontan la soledad las personas mayores
Las personas mayores enfrentan la soledad no deseada de diversas maneras, intentando gestionarla y minimizar sus efectos negativos a través de diferentes estrategias.
Estas pueden categorizarse principalmente en tres estilos: proactivo, pasivo y de visión positiva.
- El estilo proactivo implica una respuesta activa donde las personas intentan cambiar su situación aumentando su actividad social y participación en diversos proyectos, buscando así superar la soledad.
- En contraste, el estilo pasivo se caracteriza por la aceptación de la soledad como un aspecto inalterable de la vida, donde las personas se resignan a su situación sin buscar cambiarla, a menudo viéndolo como una parte inevitable del envejecimiento.
- Finalmente, el estilo de visión positiva refleja a aquellos que encuentran satisfacción en la soledad, disfrutando de actividades solitarias como la lectura, la escritura, o escuchar música, y aprovechando el tiempo en soledad para realizar tareas que encuentran gratificantes.
Consecuencias de la soledad
La soledad es reconocida por la comunidad científica como un grave problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades, llevando consigo costos personales, sociales, sanitarios y económicos significativos. Se ha demostrado que tiene un impacto perjudicial tanto en la salud física—incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, y reduciendo la actividad física—como en la salud mental, aumentando la prevalencia de depresión, ansiedad y demencias.
De manera similar a otros factores de riesgo establecidos, como la obesidad o la hipertensión, la soledad empeora la salud general y eleva las tasas de mortalidad.
Para abordar efectivamente este problema, es esencial implementar estrategias a varios niveles: desde la detección temprana de individuos en riesgo, pasando por la sensibilización de la comunidad sobre las consecuencias de la soledad no deseada, hasta la intervención directa para ayudar a quienes ya se ven afectados. Estas intervenciones deben ser multifacéticas, enfocándose tanto en la activación social como en la mejora del bienestar individual, y requieren la colaboración de entidades locales, autonómicas y comunitarias para ser efectivas.
La sensibilización y las intervenciones políticas son cruciales para cambiar la percepción pública de la soledad y fomentar un enfoque proactivo en la gestión de este problema de salud pública.
DETECCIÓN DE LA SOLEDAD NO DESEADA
La detección precoz es esencial para abordar eficazmente la soledad no deseada en personas mayores, permitiendo intervenciones adecuadas basadas en el conocimiento del entorno vital y las preferencias de los individuos. Las estrategias de detección incluyen desde censos y registros de individuos en riesgo, como los llevados a cabo por Cruz Roja y la Fundación La Caixa, hasta sistemas de alerta avanzados que monitorean cambios en patrones de comportamiento o consumo que puedan indicar soledad.
Estas iniciativas no solo identifican a las personas afectadas, sino que también proporcionan servicios de apoyo como teleasistencia y geolocalización, facilitando la conexión social y la intervención temprana para mitigar los impactos negativos de la soledad.
El programa tiene como objetivos clave detectar a las personas mayores en soledad, ofrecerles acompañamiento y empoderarlas para manejar su soledad de manera efectiva. Además, busca construir y fortalecer redes comunitarias que promuevan relaciones de apoyo mutuo y sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de estas conexiones. Para lograr estos fines, el programa emplea una metodología de intervención innovadora que integra activamente el entorno comunitario con diversas iniciativas de información y sensibilización.
Iniciativas de teleasistencia en la atención continuada de la soledad no deseada
Las iniciativas de teleasistencia juegan un papel crucial en la atención continua de la soledad no deseada entre las personas mayores. Estos servicios, que incluyen asistencia telefónica, no solo ofrecen compañía y un canal de comunicación para los ancianos, sino que también proporcionan apoyo social esencial para ayudarlos a manejar sus sentimientos de soledad.
Un ejemplo destacado es el proyecto Silver Line en el Reino Unido, donde las personas mayores pueden llamar gratuitamente las 24 horas del día para hablar con voluntarios sobre sus experiencias y emociones. Este programa ha estado activo desde 2013, revelando patrones importantes en las llamadas que indican los momentos de mayor necesidad, como los fines de semana y las medianoches, lo que subraya la importancia de estos servicios en la mitigación de la soledad no deseada.
Iniciativas de teleasistencia en la atención continuada de la soledad no deseada
Las iniciativas de sistemas de alerta para personas mayores incluyen tecnologías avanzadas como la geolocalización y monitoreo de consumo de recursos para identificar y responder a situaciones críticas.
La Cruz Roja ha implementado un servicio de geolocalización mediante relojes inteligentes que actualizan automáticamente la ubicación de los usuarios cada 10 minutos, permitiendo intervenciones rápidas en emergencias.
Este sistema puede activarse automáticamente para localizar a una persona mayor sin necesidad de interacción manual, lo que es vital en accidentes o en áreas remotas.
Además, la Universidad de Málaga, en colaboración con Hidralia y Cruz Roja, está desarrollando un sistema que monitorea el consumo de agua para detectar cambios inusuales que podrían indicar que una persona mayor está en riesgo, como la falta de consumo durante un periodo extendido, lo que también permite proporcionar asistencia de manera oportuna.
PREVENCIÓN DE LA SOLEDAD NO DESEADA
La prevención primaria de la soledad no deseada se centra en reducir el número de personas afectadas, promoviendo un envejecimiento activo y la participación en actividades, talleres y diversos aspectos de la vida comunitaria. Este enfoque proactivo busca involucrar a las personas mayores en la sociedad para mantener su bienestar social y emocional.
Iniciativas de servicios públicos para las personas mayores en situación de soledad no deseada
Hay numerosas iniciativas públicas en Europa orientadas a prevenir la soledad no deseada entre las personas mayores, aprovechando tanto los servicios públicos existentes como adaptándose a las necesidades específicas de esta población.
En Francia, el programa «Veiller Sur Mes Parents» de La Poste integra a los carteros para ofrecer compañía y conversación a los ancianos que viven solos, ayudándoles a permanecer en sus hogares a pesar de la distancia de sus familias. Mientras tanto, en Polonia, el Programa Rzadowy promueve la participación de los mayores en actividades, talleres y clases que reflejan sus intereses, facilitando un entorno accesible y confortable, complementado con programas de radio diseñados para mantenerlos conectados y activos socialmente.
Estas iniciativas reflejan un esfuerzo coordinado para mitigar la soledad de los mayores mediante la interacción social y el apoyo comunitario.
Iniciativas para mejorar la accesibilidad de las personas mayores a diferentes servicios
Diversas iniciativas buscan superar las barreras que enfrentan las personas mayores al interactuar con empresas y servicios.
El programa «Friendly to Senior», por ejemplo, evalúa y mejora la relación de las empresas con los mayores, ofreciendo recursos y capacitación para sensibilizar a los empleados, y otorga un certificado que las empresas pueden mostrar como señal de su compromiso con este grupo demográfico.
Además, programas como «Jóvenes +60» de Viajes El Corte Inglés permiten a los mayores participar en viajes grupales adaptados a sus necesidades, promoviendo su participación social y disfrute del turismo. Estos viajes son apoyados por colaboraciones con instituciones que ayudan a hacerlos económicamente accesibles, como el Imserso.
También existen soluciones tecnológicas como Komp, un ordenador portátil de un solo botón diseñado para facilitar las videollamadas entre las personas mayores y sus familias o amigos, fomentando la conexión y reduciendo la soledad.
Iniciativas para conectar a las personas mayores en riesgo de soledad no deseada
En el contexto actual de creciente uso de tecnologías digitales, varias iniciativas buscan superar la brecha digital para las personas mayores y revitalizar el contacto social tradicional.
Por ejemplo, la startup noruega No Isolation ha diseñado Komp, un ordenador portátil con un solo botón que facilita a las personas mayores la realización de videollamadas con familiares, ayudándoles a evitar la soledad.
Por otro lado, el proyecto Chatty Café de Costa Coffee en el Reino Unido fomenta interacciones cara a cara entre personas mayores en sus cafeterías, respondiendo a la tendencia de disminución de las conversaciones presenciales.
Adicionalmente, en Irlanda, el programa ALONE in action ofrece un sistema de apoyo integral para personas mayores solas o en situaciones vulnerables, integrando servicios de salud, asistencia social, y tecnología, con el apoyo de voluntarios que facilitan la conexión social y asistencia práctica.
Estas iniciativas reflejan un esfuerzo por integrar a las personas mayores en la sociedad y mejorar su bienestar emocional y físico mediante la tecnología y la interacción social.
INTERVENCIÓN DE LA SOLEDAD NO DESEADA
Este capítulo aborda diversas estrategias para gestionar la soledad no deseada en personas mayores, una vez identificada. Las intervenciones propuestas son variadas y se diseñan para adaptarse a las diferentes realidades y necesidades de distintos grupos y contextos de interacción.
Iniciativas de apoyo a familiares de personas mayores en situación de soledad no deseada
Este apartado destaca varias iniciativas dirigidas a apoyar tanto a las personas mayores en situación de soledad como a sus cuidadores.
Por ejemplo, en Bizkaia, el Estatuto de las personas cuidadoras ofrece derechos específicos a los cuidadores, incluyendo un programa que permite a los cuidadores tomarse descansos garantizados, financiados por ayudas económicas para estancias temporales de la persona dependiente en residencias. Este estatuto también incluye formación y recursos como la Zaintza Eskola y la aplicación ZaintzAPP para mejorar las competencias de los cuidadores.
Similarmente, el Gobierno de Aragón ha desarrollado un programa de apoyo a los cuidadores que promueve su bienestar y autonomía personal mediante servicios como la sustitución domiciliaria, atención temporal en centros diurnos, y formación especializada. Además, se proporciona apoyo económico cubriendo las cuotas de la Seguridad Social para cuidadores no profesionales.
En el sector privado, programas como el Respiro Familiar de Amavir ofrecen estancias temporales para personas mayores, permitiendo que los cuidadores tomen descansos necesarios para su propio bienestar, ayudando a mitigar la soledad de los mayores y la sobrecarga de los cuidadores. Estas iniciativas reflejan un enfoque integral que beneficia tanto a las personas mayores como a quienes les cuidan, asegurando su salud y bienestar a través de apoyos estructurados y financiación.
Iniciativas de acompañamiento a domicilio para personas mayores en situación de soledad no deseada
En el ámbito de intervención para personas mayores en situación de soledad no deseada, destacan programas como Supernieto y Ouihelp, que se enfocan en mejorar el día a día de los ancianos a través del acompañamiento y asistencia en actividades cotidianas y tecnológicas, fomentando la interacción social.
Supernieto, una startup valenciana, conecta a personas mayores con cuidadores de confianza que les ofrecen compañía y apoyo en el manejo de nuevas tecnologías, mejorando su calidad de vida e independencia. El servicio se paga por hora y busca expandirse a otras ciudades.
Por su parte, Ouihelp, una empresa francesa, proporciona servicios personalizados que van desde la realización de compras hasta el acompañamiento en actividades diarias, disponible las 24 horas del día para atender a personas mayores, incluyendo aquellas con condiciones de salud crónicas.
Estos programas demuestran un compromiso con el bienestar de las personas mayores, ayudándolas a superar la soledad y promoviendo una vida más activa y conectada.
Iniciativas de convivencia intergeneracional
Las iniciativas finales destacadas se centran en proporcionar espacios de convivencia que unen a personas mayores con otras generaciones para combatir la soledad y fomentar el apoyo mutuo.
En Japón, el proyecto Under One Roof conecta a personas mayores que tienen habitaciones libres con estudiantes, promoviendo la interacción entre diferentes generaciones mediante actividades compartidas, como comidas.
Similarmente, en Bizkaia, la empresa Kuvu utiliza una plataforma de alojamiento compartido para facilitar la convivencia intergeneracional, donde personas mayores alquilan habitaciones a jóvenes, creando un entorno de apoyo y comunidad. Kuvu también ofrece servicios que aseguran una buena gestión de la convivencia, como entrevistas individuales y mediación en incidencias, además de establecer contratos que regulan la convivencia y las responsabilidades domésticas.
Estas iniciativas no solo alivian la soledad de las personas mayores, sino que también enriquecen sus vidas al integrarlas activamente en la sociedad
CONCLUSIONES
La soledad no deseada emerge como un problema creciente en Europa, afectando significativamente la vida individual y social, así como la salud de las personas.
Para combatirla, se han desarrollado estrategias integrales que abarcan desde la sensibilización de la población hasta la intervención directa en casos detectados. Estas estrategias incluyen la prevención precoz, la detección de casos y la evaluación continua de recursos y necesidades de las personas mayores.
Iniciativas destacadas abarcan desde sistemas de alerta y asistencia telefónica, como los de la Cruz Roja y el proyecto Silver Line del Reino Unido, hasta programas que fomentan la convivencia y el apoyo mutuo entre generaciones, como Under One Roof en Japón y Kuvu en Bizkaia.
Estas acciones no solo buscan mitigar la soledad actual, sino también desarrollar nuevos modelos de negocio y programas de investigación que se anticipen a las necesidades futuras de una población envejeciente, asegurando que las soluciones evolucionen conforme cambian las dinámicas sociales y tecnológicas